La limpieza: El primer gran paso

Muchas veces al levantarnos a la mañana lo último que pensamos en que hay que pasar un minuto más en el baño. Ya suficiente con la ducha, afeitarse, cambiarse, peinarse… Pero hay un paso que si lo incorporás, lo vas a agradecer muy rápido.

Sí, estamos hablando de la limpieza del rostro.

La piel del hombre tiene una mayor cantidad de grasa, produce más colágeno y es un 25% más gruesa. Además, el rostro tiene más brillos y grasa, por lo que pueden aparecer puntos negros y poros dilatados por la nariz y la frente.

Por eso, la piel del hombre merece un cuidado específico, que reponga su equilibrio hídrico, que le aporte suavidad y una profunda acción detoxificante.

 En este sentido, la limpieza es el paso más importante para el cuidado de la cara y los hombres. ¿Y por qué? Te lo explicamos:

  • Es muy importante tener la piel limpia y libre de suciedad, para que los productos usados penetren en la piel con facilidad y se aprovechen sus nutrientes y activos.
  • Es un paso fundamental para retirar la polución que se deposita en nuestra piel durante el día, ya que si no lo hacemos, favorecemos la aparición de inflamaciones, irritaciones, procesos oxidativos que devienen en formación de arrugas, entre otros.

Hay que tener en cuenta que tenemos que utilizar un producto limpiador para la cara que sea respetuoso con el Ph de tu piel, todo ello sin causar irritaciones o resecar. El pH natural de la piel es levemente ácido, y tiene una razón de ser, por lo que no debemos cambiarlo usando un producto no apto (prohibido usar en el rostro jabón corporal común).

Más allá de la limpieza, hidratar tu piel diariamente después del lavado es un punto clave en el cuidado facial de los hombres. Si lo haces, tu piel mantendrá su elasticidad, evitando que sientas picazón o sea demasiado escamosa (seca).

Clave: Elegir bien el hidratante

Debemos elegir una crema hidratante según las necesidades de nuestra piel:

  • Si tu piel está seca, selecciona una crema que tenga la formulación más densa.
  • Si tu piel es grasa, selecciona un gel o un tónico para la piel.
  • Si tu piel es normal, obtén una loción que sea menos grasa y más liviana.

 Si ya estás incursionando en una rutina de cuidado del rostro, podes mejorarla usando una vez por semana o cada 15 días un exfoliante. Es ideal para eliminar la piel muerta junto con la suciedad que no desaparece con el lavado diario. La exfoliación deja tu piel más clara y viva. Recordá no excederte: exfoliarte demasiado puede dañar tu piel.